REPORTAJE/ El refugio antiaéreo de Alcalá de Henares, otro tesoro para la ciudad

REPORTAJE/ El refugio antiaéreo de Alcalá de Henares, otro tesoro para la ciudad
En las entrañas de una ciudad que parece que no puede albergar más historia, Alcalá de Henares, se siguen encontrando gratas sorpresas. Bajo la Plaza Cervantes yace un testimonio de los tiempos de guerra: el refugio antiaéreo de la Guerra Civil. Un lugar en cuyas paredes todavía se pueden revivir los secretos de un pasado agitado. Un auténtico testigo de resistencia de los alcalaínos en una de las etapas más grises del siglo XX.

Un refugio que guarda los miedos e incertidumbres de aquellos ciudadanos que buscaron seguridad ante unos bombardeos que amenazaron la tranquilidad de la ciudad patrimonio. Cuatro paredes impregnadas de una memoria colectiva que podrán recuperar las generaciones actuales gracias a este descubrimiento. 

Alcalá de Henares: ciudad objetivo durante la guerra

En el año 1937, Alcalá de Henares era una de las ciudades en el punto de mira durante la Guerra Civil española debido al significativo avance desde la zona de Guadalajara. Una posición estratégica que convierte a la ciudad en un claro objetivo. Por ello, Alcalá se inunda de la presencia de numerosas unidades militares, incluyendo escuadrones de aviación, dos aeródromos y una destacada unidad de tanques.

Plaza Cervantes de Alcalá de Henares durante la visita de Manuel Azaña en 1937 – Fuente: Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Alcalá de HenaresLa guerra deja huella sobre el cielo alcalaíno, que es testigo de los bombardeos. Debido a esto, la ciudad se ve obligada a luchar por su supervivencia. Es en este momento, en el año 1938, cuando el Ayuntamiento se plantea construir refugios. Entre ellos destaca el recién encontrado bajo la Plaza Cervantes, el de mayor capacidad. 

El refugio se convirtió en una esperanza de supervivencia para los alcalaínos, aunque a su vez, es una muestra de la escasez de recursos que trajo la guerra. Diseñado para albergar a mil personas, tuvo una construcción lenta marcada por las limitaciones económicas. Para reunir fondos, el Ayuntamiento organizó una jornada de cine. Una propuesta útil, pero que finalmente supuso una pérdida de 128 pesetas. 

Una situación que cambió el presidente de la República y alcalaíno, Manuel Azaña. Gracias a una donación de 25.000 pesetas, el presidente hizo posible la construcción del refugio. Una solidaridad a la que también se unieron los sindicatos, que animaron a sus afiliados a trabajar un día al mes en la construcción. Un trabajo conjunto que tuvo como resultado la finalización del refugio en octubre del año 1938.

Un tesoro olvidado

Un auténtico tesoro de patrimonio que había caído en el olvido colectivo. Aunque se tenía conocimiento de este refugio gracias a fuentes escritas y testimonios orales, “es un claro ejemplo de pérdida de memoria”, lo describe el concejal de Patrimonio Histórico, Vicente Pérez.

Plaza de Cervantes en Alcalá de Henares
Fotografía: Ayto. Alcalá de HenaresPor lo tanto, se conocía la presencia del refugio pero la ubicación exacta todavía era una incógnita. Eran muchas las teorías sobre si se encontraba en la zona sur o la norte de la emblemática Plaza Cervantes. Un misterio que fue viendo la luz gracias al cronista Pepe García Saldaña, quien publicó en el año 1994 un croquis en un periódico local. Una información muy valiosa a la que se le sumó una fotografía aérea de la Legión Cóndor. 

La fotografía se trata de una imagen de una calidad muy alta, casi una ortofoto. Gracias a la presencia de distintos elementos que se encuentran en la Plaza Cervantes como son la escultura del escritor o la esquina del edificio de Correos, los investigadores se acercaron al punto exacto del acceso al refugio. De esta forma, se inició la excavación que reveló la puerta de este capítulo de la historia alcalaína. 

Un sorprendente estado de conservación

El proyecto para llegar al corazón del refugio comenzó con un sondeo que reveló que las primeras aproximaciones eran erróneas, por lo que la excavación tuvo que trasladarse de zona. Finalmente se desenterró la escalera de acceso, que se encontraba en perfecto estado. Los escalones llevaban a un doble muro de ladrillo que tapaba el acceso. Se cree que este muró se alzó en la década de los 70 como cierre definitivo del refugio durante las obras de urbanización de la Plaza de Cervantes. 

Vista exterior de la entrada del refugio antiaéreo Al entrar al interior, sorprendió el estado de conservación del refugio. La estructura, de 40 metros de longitud, se encontraba extraordinariamente bien conservada. A pesar de las dificultades económicas durante su construcción, en el interior se encuentran forjados, instalación eléctrica y distintos objetos fechados en 1938. Una historia tangible que ahora pasa a su segunda fase: la limpieza y exploración minuciosa. Según el concejal, todavía no se ha llevado a cabo un levantamiento en profundidad por lo que podrían encontrase más tesoros ocultos en su interior.

En esta búsqueda todavía llena de misterios, también se empieza a ver la luz. Según fuentes tradicionales y las primeras hipótesis, en la construcción del refugio se habían utilizado escombros de la iglesia de Santa María la Rica. Una sorpresa que se suma al maravilloso hallazgo, ya que se ha confirmado que las paredes del refugio provienen de la antigua iglesia. Un dato que enriquece, una vez más, el legado arquitectónico e histórico del refugio. 

Antiguo Hospital de Santa María La Rica de Alcalá de Henares – Fuente: Ayuntamiento de Alcalá de HenaresUna mirada hacia el futuro

Tras la excavación, cualquier alcalaíno se hace la misma pregunta. ¿Ahora qué pasará con el refugio? “Lo que nos planteamos es que este refugio sea visitable a corto-medio plazo”, asegura Vicente Pérez. La musealización del refugio es el objetivo del gobierno municipal actualmente. La iniciativa se une así al plan de reparación general de la Plaza de Cervantes, financiado por los Fondos de Financiación de la Unión Europea. 

Asimismo, la adecuación museográfica no es algo fácil, debido a las limitaciones con las que cuenta el refugio. “Las propias características del refugio nos van a obligar a hacer una musealización muy sencilla porque es un sitio con mucha humedad”, indica el concejal. El limitado espacio y la humedad son unos grandes condicionantes, sobre todo a la hora de implementar nuevas tecnologías. Sin embargo, desde el gobierno quieren contar la historia de la ciudad a los alcalaínos, aunque sea con dichas limitaciones. Un proyecto que verá la luz en un plazo de aproximadamente dos años. 

Vista exterior de la entrada del refugio antiaéreo En conclusión, el refugio ya se trata de una valiosa vista atrás en la historia de Alcalá de Henares. Un testamento de la historia y la resistencia de la población ante los estragos de la Guerra Civil. Un lugar enterrado en el centro de la ciudad cargado de significado histórico y que muestra el deseo de los alcalaínos por encontrar protección. Unas paredes sólidas que narran una historia que conecta el pasado con el presente, recordando una vez más la importancia de preservar y comprender el legado de Alcalá. Un refugio que se erige como un monumento a la memoria colectiva y se convierte en un testimonio de la resistencia humana. 
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